Daniel Ortega ha convertido a Nicaragua en el segundo país más riesgoso de América Latina. En su más reciente análisis de las economías del mundo, la prestigiosa revista El Economista, a través de su sección llamada “Unidad de Inteligencia” calificó a nuestro país como el peor lugar para hacer negocios en América Latina, superado únicamente por Venezuela.
Dicho reporte es devastador para nuestra economía. La revista El Economista es una de las principales fuentes de información económica a nivel mundial. Es una especie de autoridad cuando se trata de evaluar las economías a nivel global. Los inversionistas, la banca internacional, las calificadoras de riesgo y todo el mundo financiero toma como referencia sus reportes.
Cuando el riego de un país se incrementa tan rápidamente como ha ocurrido con Nicaragua, las inversiones se detienen, se deja de generar empleos y la economía se deprime. Así que estas son malas noticias para Nicaragua y para los nicaragüenses.
¿Qué ha hecho Ortega para aumentar el riesgo país? Analicémoslo a partir de componentes de este importante indicador de riesgo país:
Primero, la seguridad ciudadana: Nicaragua dejó de ser el país seguro que con tanto sacrificio habíamos construido. El asesinato de más de 350 hermanos y hermanas que protestaron contra los abusos del régimen; la existencia de presos políticos y la incesante y creciente represión, hizo que retrocediéramos mucho en este componente.
Nuevas leyes inciden
La estabilidad política es otro indicador del riesgo país y no se necesitan muchas explicaciones para demostrar que Ortega la ha deteriorado enormemente. La ausencia de reformas electorales y un potencial fraude electoral agravarían más la situación.
Otro elemento que se utiliza para medir el riesgo país es la efectividad del Gobierno; es decir, si las autoridades en realidad resuelven la problemática de la población y de los inversionistas. Los abusos de poder, los chantajes fiscales y la campante corrupción no han pasado desapercibidas y nos han hecho retroceder en este tema.
El Estado debe ser facilitador para la atracción y el establecimiento de las inversiones; pero en Nicaragua se ha convertido en el principal enemigo de los inversionistas.
Por el abuso de la dictadura al promulgar leyes que ponen en riesgo a sectores vitales, el riesgo regulatorio y legislativo también ha aumentado de manera impresionante. El establecimiento de la pena de cadena perpetua; y la entrada en vigencia de las llamadas Ley Mordaza o del bozal y Ley Putin son solo ejemplos de las acciones que ha emprendido Ortega para acabar con la imagen país.
La estabilidad macroeconómica, de la que tanto se hablaba y que ciertamente ayudaba a atraer inversiones, ya no es tan estable. Las finanzas públicas se han deteriorado; las reservas internacionales aún están bajas después de la masiva huida de capitales que se registró en 2018 y la inflación va en aumento.
Los inversionistas extranjeros prestan mucha atención a la apertura comercial como elemento base del riesgo país; y la amenaza de que Nicaragua sea suspendida del CAFTA y del Acuerdo de Asociación con la Unión Europea, es cada vez más fuerte. Perder los beneficios que otorgan esos dos acuerdos comerciales sería devastador para la economía nicaragüenses; y desde ya el riesgo país está tomando en cuenta esa amenaza.
Quizá uno de los elementos de la medición que más se ha deteriorado es el riesgo financiero. Con la aprobación de, la Ley de Agentes Extranjeros y las reformas a la Ley del Consumidor, que dan luz verde para que la Superintendencia de Bancos ordene la apertura de cuentas bancarias a miembros del círculo cercano de Ortega que han sido sancionados, se ha elevado enormemente el riesgo en el sistema financiero en su totalidad. Esto puede aislar al país e incluso obstaculizar el ingreso de remesas al país.
El voto generará el cambio
En fin, esas son algunas de las decisiones de la dictadura que han provocado que el riesgo país haya incrementado, como refleja el reporte de la revista El Economista. Es importante resaltar que el deterioro de estos indicadores nos afecta a todos. Desde el dueño del banco, hasta el vendedor ambulante que ofrece sus productos en la esquina de un mercado; desde el gran exportador, hasta el pequeño productor de granos básicos del norte del país. Al no venir las inversiones, no se generan los empleos y eso es lo que Ortega está provocando.
Con un régimen dictatorial como el que tenemos, no se puede salir adelante; solo se puede retroceder, por eso es tan necesario el cambio. Somos el país con el segundo peor ambiente para hacer negocios en América Latina; eso es lo que ha provocado el empecinamiento de un dictador que quiere seguir en el poder, aunque sea en un país en ruinas.
No permitamos que le siga haciendo daño a Nicaragua. Debemos unirnos y salir a votar masivamente este 7 de noviembre; solo así podremos generar el cambio que se necesita y que nos merecemos todos los nicaragüenses. Solo así podremos tener paz, justicia, empleos dignos, servicios sociales, infraestructura y progreso social en general.
2 respuestas a «Nicaragua es de alto riesgo por Ortega»
Ortega ve a Nicaragua como su hacienda privada, no le importa mucho el deterioro económico, si pudiera convertirla en otra Cuba, seria su máxima ilusión! Encerrarnos y seguir siendo el rey a su gusto y antojo! Aislados del mundo!
Mi humilde opinión
Definitivamente las dictaduras son peligrosas en cuanquier parte.del mundo y estos tipos de mente retorcidas como Daniel Ortega y Nicolás Maduro delincuentes y asesinos, con #CrimenesDeLesaHumanida deberían es estar presos a #CadenaPerpetua.