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Comunicación efectiva para la unión

La frase: “Cuida tus pensamientos, porque se convertirán en tus palabras. Cuida tus palabras, porque se convertirán en tus actos. Cuida tus actos, porque se convertirán en tus hábitos. Cuida tus hábitos porque se convertirán en tu destino”, se le atribuye a Mahatma Gandhi y siempre la recuerdo porque asocia el lenguaje con el comportamiento, y me hace reflexionar en que la mayoría de las personas no nos damos cuenta de lo poderoso que es el lenguaje para construir o destruir relaciones.

En un artículo anterior abordé el tema de la unión opositora, donde el tema de la comunicación entre opositores es fundamental para alcanzar acuerdos.  El poder del lenguaje debe usarse como herramienta para alcanzar esa unión. A veces me sorprende leer o escuchar a colegas opositores que por un lado llenan sus tuits de palabras de unidad, y acto seguido atacan y denigran a personas solo por pensar diferente, o provenir de otro sector o ideología.  En este ejemplo, queda en evidencia que el poder de la comunicación está actuando en favor de la desunión.

Hace algunas semanas propuse en un grupo de chat político, que asumamos un código de conducta comunicacional para autorregular la forma en que los opositores nos comunicamos. Lamentablemente solo a unos pocos les pareció interesante, pero en general no le pararon mucha bola a la propuesta; cuando por dos razones, en estos momentos tener un código de conducta comunicacional llenaría un importante vacío que enfrenta la oposición.

La primera razón es que, como dice la frase atribuida a Gandhi, comunicarse respetuosamente ayudará a moldear los comportamientos políticos. No podremos unirnos en la acción si en la palabra hay enfrentamientos.

La segunda razón es que para algunas personas la grosería, la ofensa y el irrespeto son sinónimo de fuerza o de poder, ideológico en este caso.  Irrespetar al otro no te acercará más a la derecha o a la izquierda, ni reforzará un posicionamiento político, simplemente te hará quedar como un mal educado y un patán. Tampoco hablarle con respeto o estrecharle la mano a un contrincante ideológico no te hace más débil, estrechar manos solo refuerza la identidad de las personas civilizadas. No olvidemos que para unirse se requiere de mucha tolerancia.

La comunicación se rige por códigos informales, pero en algunos casos requiere de algo más estructurado.  El código comunicacional entre los opositores nicaragüenses debe tomar en cuenta nuestra historia, idiosincrasia y hábitos.  El código debe iniciar reconociendo que la unión entre todos los nicaragüenses que amamos la libertad y la democracia, es fundamental para generar el cambio que necesita Nicaragua para que todos podamos vivir en paz.  Si lo estructuramos de esta manera, compartiríamos un deseo común que no provocará más división ni generará gran debate.  Sería un buen punto de partida.

También debe incorporarse el tema del respeto, que debe ser mutuo por tratarse de una relación entre semejantes. Porque para alcanzar la tan necesaria unión, es crucial que prevalezca el respeto, que exista el entendimiento y la tolerancia a las diversas ideas de cada persona y grupos. Las diferencias no deben ser motivo de ataques ni deben servir para denigrar, injuriar ni ofender.  Que las diferencias entre hermanos no opaquen las coincidencias ni el anhelo de todos de ver libre a Nicaragua en democracia y con justicia para las víctimas.

El código comunicacional de la oposición también debe incluir el compromiso de debatir pero sin irrespetar al otro; abstenerse de atacar o actuar en detrimento de otros hermanos de lucha, por el solo hecho de pensar diferente, ya que cada uno de los nicaragüenses merece respeto, independientemente de sus ideales o pensamientos, ya que todos somos necesarios en esta lucha.

Los debates de altura pueden ser feroces y está bien que así sean, pero concentrados en las ideas y sin denigrar para ganar terreno. Cuando denigramos al otro, imitamos a los dictadores de El Carmen con su ya trillada estrategia de ataques personales.

Es obvio que no se puede juntar a políticos de ideologías opuestas en una sola organización política, ya que por definición las organizaciones políticas las integran personas con las mismas ideas y pensamientos.  Por eso reitero lo que dije en el artículo anterior: no es conveniente meter a la enorme pluralidad que conforma este pueblo azul y blanco, en una caja con una marca nueva. Lo que sí se puede hacer, y ya se está intentando, es abrir canales de comunicación y buscar que, esta comunicación además de ser respetuosa se enfoque en la meta que debe ser acabar con la dictadura.

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Por Juan Sebastian Chamorro

Político y economista comprometido con el desarrollo y el futuro de Nicaragua. Académico visitante en políticas públicas en el Kellogg Institute de la Universidad de Notre Dame. Miembro del Directorio Político de la Concertación Democrática Nicaragüense Monteverde. Activista por la defensa de los Derechos Humanos y la Democracia. Preso Político de junio 2021 a febrero 2023. Precandidato a la Presidencia de la República. Director Ejecutivo de la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia del 2019 a enero del 2021 y Director Ejecutivo de la Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social FUNIDES. Director Ejecutivo de Macesa, Director General de la Cuenta Reto del Milenio, Vice Ministro de Hacienda y Crédito Público, Secretario Técnico de la Presidencia de la República y Director del Sistema Nacional de Inversiones Públicas.
Doctor (Ph.D) en Economía por la Universidad de Wisconsin-Madison, con especialidad en Econometría y Desarrollo Económico, Máster en Economía por la Universidad de Georgetown con mención especial en Políticas Sociales y Licenciado en Economía (graduado Magna Cum Laude) por la Universidad de San Francisco, California. Casado con Victoria Cárdenas y padre de Victoria Isabel.

2 respuestas a «Comunicación efectiva para la unión»

Estimado Juan,
Concerniente al código de conducta en su artículo debería de especificarse claramente los principios o pautas que deberían regir sobre una base ética sólida. Sin ello, pienso no podría ser implementado y su efectividad sería limitada. Si bien usted menciona el respeto mutuo y la tolerancia, sería necesario establecer principios fundamentales como el respeto a los derechos humanos, la justicia, la igualdad y la transparencia. De hecho estos principios deberían ir mas allá de la comunicación entre opositores.
Pareciera que su propuesta deja de lado a los diversos sectores de la sociedad Nicaragüense y a nosotros los de a pie, tampoco menciona mecanismos claros para el cumplimiento de este código de conducta y las consecuencias a los que no respeten este código.
Si bien usted hace hincapié en la importancia del respeto hacia las ideas diferentes, sería importante destacar la relevancia de un debate constructivo para profundizar en los temas de fondo que deben ser discutidos para lograr la unidad que produzca un cambio significativo en Nicaragua.
Usted muy acertadamente menciona la importancia de evitar ataques y denigraciones; en mi humilde opinión creo que nos urgen estrategias concretas para poder superar las diferencias (problema de unidad) entre los opositores para minimizar estos ataques. Al escuchar las voces en las plazas del debate, me da la impresión que no hacemos diferencia entre unidad y hegemonía. Me parece que si desarrolláramos una cosmovisión que responda a los cuestionamientos de estas voces que se alzan en la plaza del debate, sería muy útil.

Es muy válido el objetivo de acabar con la dictadura actual, sin embargo este objetivo debe ir acompañado de las bases para construir una república sólida y sostenible en el futuro. Por ende esta es una tare de la ciudadanía en la construcción de una república y no solo de los líderes políticos.
La comunicación entre opositores no puede limitarse solo a ellos, sino que debe involucrar y representar los intereses de la sociedad en su conjunto.
Para que Nicaragua vuelva a ser una república, es necesario ampliar el enfoque, establecer principios éticos sólidos, fomentar la diversidad de ideas, implementar mecanismos de cumplimiento, involucrar a la ciudadanía y complementar la comunicación con acciones concretas. Solo así se podrá construir una base sólida para el cambio y la consolidación de una república democrática en Nicaragua.

Termino agradeciéndole sus esfuerzos, pidiéndole al Todopoderoso que le guarde a usted y su familia. Y no puedo ni imaginar los sufrimientos a los que ha sido sometido.

Muchas gracias por los comentarios. Aunque el artículo está más dirigido a la comunicación entre los liderazgos y las organizaciones, creo que aplica en general. Gracias por sus palabras.

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