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También tenemos que recobrar el derecho de propiedad

Hace dos semanas mientras tomaba un café con un amigo, dos agentes de la Policía Orteguista irrumpieron en el local y se pusieron al lado de la mesa a filmar y documentar con quien estaba conversando.  Pude ver que muy cerca de nosotros, estaban unos cheles con cara de haber venido hace poco al país y se fueron inmediatamente del local.  Noté en sus caras un sentimiento de asombro y curiosidad al mismo tiempo.

Unos días después, me encontré a un buen amigo, un empresario turístico, quien se reunió con esos mismos norteamericanos unos días después del episodio en el Café.  Los norteamericanos, empresarios fuertes, decidieron no comprar una propiedad en las costas del Pacifico nicaragüense por lo que vieron ese día y por la fragilidad del sistema de justicia en Nicaragua, en especial en lo referente a los derechos de propiedad.

La imagen país que se llevaron los inversionistas en esos minutos de hostigamiento policial le costó a Nicaragua quien sabe cuanto en inversión extranjera, quien sabe cuantos puestos de trabajo y quien sabe cuantos dólares en generación de riquezas.  Nunca lo sabremos.

Este episodio es sólo un ejemplo del efecto negativo que tiene la represión para la economía nacional.

Por el orden de importancia es correcto que prioricemos nuestra atención en los asesinatos, los presos políticos; y las violaciones a los derechos constitucionales y las libertades públicas; pero no debemos olvidar que la dictatura también viola otro derecho fundamental: el derecho a la propiedad privada.

La dictadura de Ortega ha violado los derechos de propiedad de manera sistemática como nadie más lo ha hecho en la historia de Nicaragua.  Durante su primer período de gobierno en los años ochenta, confiscó propiedades a diestra y siniestra.  Esas expropiaciones generaron una deuda tan grande, que todavía seguimos pagando en forma de bonos de indemnización. De no haber tenido que pagarse esa deuda, esos fondos se habrían podido utilizar para construir escuelas y hospitales.

En esta segunda etapa, Ortega provocó la invasión de tierras y la confiscación de propiedades costeras.  Y en los últimos tres años, ha sido más agresivo al promover la invasión de propiedades de opositores; y ocupar edificios de medios de comunicación y organizaciones de la sociedad civil. 

En lo personal me ha tocado a mí y a mi familia ver la amenaza de confiscación de siete propiedades por un absurdo caso de hostigamiento fiscal por parte de la alcaldía de Managua.

El impacto de estas acciones en el ambiente de negocios de Nicaragua es enorme.  Nos pone frente a los inversionistas como un país donde cualquier inversión puede ser confiscada. Pues solo se necesita mandar a la fuerza policial a tomar el inmueble.

Al menos la mitad de las propiedades tiene problemas de regularización

Además del abuso a los derechos de propiedad por parte de Ortega, en Nicaragua también existe un grave problema en lo referido a la regularización de las propiedades.  Tan grave es, que sin exagerar podemos decir que al menos la mitad de las propiedades tienen algún tipo de problema de regularización.

Tener un problema no significa conflicto; pensemos en a la casa donde vive alguien que la heredó de sus padres, pero no la ha traspasado a su nombre, por tanto, esa propiedad no está regularizada.  O una pulpería ubicada en un barrio que nunca ha sido cubierto por el registro de la propiedad.

Cuando una propiedad no tiene título o escritura, es como que no existiera; igual que un ciudadano sin cédula.  Una propiedad sin papeles, por ejemplo, no puede utilizarse como garantía para obtener un préstamo.  Si pudiéramos titular todas las propiedades de Nicaragua, estaríamos reconociendo la existencia y el valor económico de miles de propiedades y con ello, de miles de millones de dólares en riqueza, que está ahí sin registrarse; y que, por estar en una situación irregular no tienen valor comercial.

¿Cuál es la ruta para que miles de pequeños y medianos negocios puedan regularizarse?  Como podemos legalizar esas propiedades: el taller de motos, la vulcanizadora, la pulpería, la finca ganadera o la casa de habitación y que puedan tener valor comercial.

Programa Masivo de Titulación y Registro

Propongo un Programa Masivo de Titulación y Registro de Propiedades en todo el país; lo que se conoce como un “Barrido Catastral”. Para que cada casa, negocio, lote, finca, centro productivo y todas las demás, tengan sus papeles en regla, que estén debidamente registradas y catastradas. 

Está demostrado que estos programas funcionan por dos vías:

  • La titulación de las propiedades facilita el acceso al crédito y
  • El dueño al sentirse seguro de su domino y posesión, invierte más en la propiedad. Le hace mejoras o la amplía, porque siente la seguridad de que es suya y que nadie se la puede confiscar.

Con la Cuenta del Milenio se hizo un barrido catastral que sirvió de referencia para todo el país. Durante su ejecución se regularizaron más de 40 mil propiedades, la mayoría de familias pobres; ya que por los altos costos que tienen estos trámites, a estas personas se les dificulta realizarlos.

Legalizar las propiedades de las familias les trae beneficios, muy modestas que sean sus propiedades o que sean la única posesión, tienen un valor. Valor que actualmente no existe, por la inseguridad jurídica que ha fomentado la dictadura.

Pero en la nueva Nicaragua, las familias también deben recuperar el derecho a tener sus bienes y poder legalizarlos.  Sin temor de que alguien pueda arrebatárselas y que más bien tengan la seguridad de que esas propiedades puedan ser su legado a las próximas generaciones.

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Por Juan Sebastian Chamorro

Político comprometido con el desarrollo y el futuro de Nicaragua. Activista por la defensa de los Derechos Humanos y la Democracia. Preso Político de junio 2021 a febrero 2023. Precandidato a la Presidencia de la República. Director Ejecutivo de la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia del 2019 a enero del 2021 y Director Ejecutivo de la Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social FUNIDES. Director Ejecutivo de Macesa, Director General de la Cuenta Reto del Milenio, Vice Ministro de Hacienda y Crédito Público, Secretario Técnico de la Presidencia de la República y Director del Sistema Nacional de Inversiones Públicas.
Doctor (Ph.D) en Economía por la Universidad de Wisconsin-Madison, con especialidad en Econometría y Desarrollo Económico, Máster en Economía por la Universidad de Georgetown con mención especial en Políticas Sociales y Licenciado en Economía (graduado Magna Cum Laude) por la Universidad de San Francisco, California. Casado con Victoria Cárdenas y padre de Victoria Isabel.

2 respuestas a «También tenemos que recobrar el derecho de propiedad»

Excelente artículo. El tema es de singular importancia para fortalecerá la imagen del país para los inversionistas sean nacionales o extranjeros.

Muy buen punto J.Sebastian, cuanta falta de atenciòn crediticia de los bancos a los pequeños y medianos empresarios y emprendedores que es importante que el nuevo gobierno despuès que botemos a esta dictadura, exiista una polìtica bancaria de crèdito y asistencia tècnica para tanto negocio mediano y pequeño que promueva el crecimiento y desarrollo de la clase media. Por ahora, son los mismos bancos los que han crecido obteniendo las màs altas tasas de ganancia de Centro Amèrica. Esto es absolutamente injusto y absurdo para el desarrollo del paìs que queremos.

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